6 de noviembre de 2014
El Sur
El director de Seguridad Pública de Cuajinicuilapa, Honorio Martínez Rodríguez, y los policías Alejandro Martínez López y Francisco Merino López, fueron asesinados el 27 de octubre por hombres armados durante una balacera, mientras resguardaban el desfile de un preescolar cerca del centro de la ciudad, y un niño de unos tres años resultó herido por un rozón de bala, informó el alcalde panista Irineo Loya Flores.
Sin embargo, Loya Flores insistió en que el ataque fue “por motivos personales”, porque había amenazas contra Honorio Martínez. Negó que tenga relación con el crimen organizado, ni su cargo en el Ayuntamiento, porque el municipio “estaba tranquilo”, pero se quejó porque tenía más de una hora buscando sin respuesta al secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo.
Hace casi un año, el 8 de noviembre de 2013, se informó que Martínez Rodríguez fue emboscado y herido cuando se dirigía a un recorrido en la comunidad El Quizá, con otros tres policías. Ese día en entrevista, el hoy occiso expresó que era la segunda vez que intentaban matarlo, que responsabilizaba a dos vecinos de la cabecera, pero que desconocía los motivos, porque era un hombre recto y respetuoso.
Afirmó que el 20 de julio de 2013, cinco desconocidos trataron de asesinarlo, pero esquivó las balas y los detenidos confesaron que cada uno recibió 20 mil pesos, como adelanto para matarlo y que fueron contratados por José Luis Camacho y su cuñado Alberto Marín, sobrino del ex presidente municipal, Alejandro Marín, y candidato del PRD en las elecciones municipales pasadas.
En declaraciones telefónicas, Loya Flores indicó que les llegó el oficio para solicitar el resguardo de Tránsito en el desfile del Jardín de Niños Paloma Cordero, por el aniversario de la erección del estado de Guerrero, por lo que la policía encabezó el desfile y el director de Seguridad iba detrás, en una patrulla con otros policías municipales, para evitar que los automovilistas causaran algún accidente.
Relató que lo que le informaron fue que en pleno desfile “casi en el centro”, cerca de las 9 de la mañana, cuando sujetos armados a bordo de vehículos se bajaron y “le empezaron a tirar”, por lo que los policías que lo acompañaban repelieron la agresión, “pero desafortunadamente estos cuates creo cargaban calibres más potentes”.
“Iban en carro, no, no se sabe la identidad del carro, de las personas, dicen que no saben nada más que uno estuvo herido”, precisó y reprochó que “estos cuates, pues no les importó que iban los niños y pues así le tiraron” a su director de Seguridad y a los dos policías, de los que desconocía los nombres.
Contó que mientras sucedía la balacera, las personas y los niños corrieron a esconderse y solamente un niño de tres o cuatro años tuvo “un rozoncito” de bala, y aseguró que las actividades en el municipio se estaban realizando de manera normal y no había suspensión de clases.
A pregunta sobre si esta situación es una constante en su municipio, el alcalde recordó que su director ya había sido atacado y “traía unas amenazas, pero eran personales”, que nunca le comentó “con quién ni por qué”, pero aseguró que no tenían relación con la delincuencia organizada, ni con su cargo y andaría con cuidado.
“Aquí Cuajinicuilapa estaba tranquilo”, afirmó y agregó que hasta antes de este lunes sólo había problemas menores, como “personales, borracheras, de ese tipo, algo normal”.
Dijo que tras el ataque, elementos del Ejército llegaron a resguardar el municipio y ya había informado al encargado regional de la Fiscalía General del Estado, pero llevaba una hora llamando a Martínez Garnelo para informarle el caso y pedirle el apoyo del gobierno estatal, porque solamente tiene 54 policías, pero su teléfono le indicaba “que anda fuera del área de servicio”.
En un comunicado posterior, el alcalde condenó el asesinato de sus empleados, y exigió que se dé con el paradero de los responsables, que el gobernador Rogelio Ortega le dé la ayuda necesaria para atender la seguridad del municipio.
Posterior a esto, dos hombres que participaron en el ataque fueron encontrados muertos en la comunidad de El Arenal, municipio de Azoyú.
Por separado, en un boletín de prensa, la Fiscalía General del Estado informó que la fiscalía regional de Costa Chica inició una investigación por el homicidio del director de Seguridad y los 2 policías.
Afirmó que los primeros informes señalan que hombres armados, “sin mediar palabra”, accionaron sus armas contra los policías, cerca de las 9:30 de la mañana, en la calle Morelos esquina con 16 de Septiembre.
Detalló que como evidencia balística, en las diligencias se recabaron más de 60 cartuchos percutidos de diversos calibres como 223 (AR-15), 7.62 x 39 mm (AK-47) y 30-30, además de un vehículo Tsuru blanco, sin placas. Se tomaron fotografías y se practicaron criminalísticas forenses.
En forma extraoficial, se supo que los agresores viajaban en un automóvil Tsuru blanco y se emparejaron a la patrulla pick up azul con blanco, en la cual se transportaba Honorio Rodríguez, junto con varios policías, quienes fueron sorprendidos con ráfagas de armas de alto poder, quedando muertos en el lugar tanto el director como dos de sus escoltas.
De acuerdo con la versión de los vecinos del lugar, la refriega duró poco más de 10 minutos, sobre la avenida principal de Cuajinicuilapa, cerca de la primaria Silvino Añorve Dávila, que luego llegaron efectivos del Ejército y las policías estatal y municipal, quienes implementaron un fuerte dispositivo de búsqueda, pero no lograron detener a los agresores.
Hallan muertos a 2 gatilleros que participaron en el ataque
Luego de la muerte del director de Seguridad Pública de Cuajinicuilapa, Honorio Rodríguez, y dos policías, trascendió que el 28 de octubre, un día después del ataque, aparecieron muertos en la comunidad de El Arenal, municipio de Azoyú, dos pistoleros que participaron en la balacera donde falleció el funcionario en mención.
Se supo extraoficialmente que aparecieron muertos en la comunidad de El Arenal del municipio de Azoyú, pero los vecinos no quisieron habla más al respecto, pues dijeron que es peligroso.
El director de seguridad, que enterraron en la cabecera municipal, antes había tenido amenazas muerte y, según su propia versión, dos atentados de muerte de los que se libró por su agilidad como agente; pero ahora los asesinos cumplieron su cometido.
El Sur
El director de Seguridad Pública de Cuajinicuilapa, Honorio Martínez Rodríguez, y los policías Alejandro Martínez López y Francisco Merino López, fueron asesinados el 27 de octubre por hombres armados durante una balacera, mientras resguardaban el desfile de un preescolar cerca del centro de la ciudad, y un niño de unos tres años resultó herido por un rozón de bala, informó el alcalde panista Irineo Loya Flores.
Sin embargo, Loya Flores insistió en que el ataque fue “por motivos personales”, porque había amenazas contra Honorio Martínez. Negó que tenga relación con el crimen organizado, ni su cargo en el Ayuntamiento, porque el municipio “estaba tranquilo”, pero se quejó porque tenía más de una hora buscando sin respuesta al secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo.
Hace casi un año, el 8 de noviembre de 2013, se informó que Martínez Rodríguez fue emboscado y herido cuando se dirigía a un recorrido en la comunidad El Quizá, con otros tres policías. Ese día en entrevista, el hoy occiso expresó que era la segunda vez que intentaban matarlo, que responsabilizaba a dos vecinos de la cabecera, pero que desconocía los motivos, porque era un hombre recto y respetuoso.
Afirmó que el 20 de julio de 2013, cinco desconocidos trataron de asesinarlo, pero esquivó las balas y los detenidos confesaron que cada uno recibió 20 mil pesos, como adelanto para matarlo y que fueron contratados por José Luis Camacho y su cuñado Alberto Marín, sobrino del ex presidente municipal, Alejandro Marín, y candidato del PRD en las elecciones municipales pasadas.
En declaraciones telefónicas, Loya Flores indicó que les llegó el oficio para solicitar el resguardo de Tránsito en el desfile del Jardín de Niños Paloma Cordero, por el aniversario de la erección del estado de Guerrero, por lo que la policía encabezó el desfile y el director de Seguridad iba detrás, en una patrulla con otros policías municipales, para evitar que los automovilistas causaran algún accidente.
Relató que lo que le informaron fue que en pleno desfile “casi en el centro”, cerca de las 9 de la mañana, cuando sujetos armados a bordo de vehículos se bajaron y “le empezaron a tirar”, por lo que los policías que lo acompañaban repelieron la agresión, “pero desafortunadamente estos cuates creo cargaban calibres más potentes”.
“Iban en carro, no, no se sabe la identidad del carro, de las personas, dicen que no saben nada más que uno estuvo herido”, precisó y reprochó que “estos cuates, pues no les importó que iban los niños y pues así le tiraron” a su director de Seguridad y a los dos policías, de los que desconocía los nombres.
Contó que mientras sucedía la balacera, las personas y los niños corrieron a esconderse y solamente un niño de tres o cuatro años tuvo “un rozoncito” de bala, y aseguró que las actividades en el municipio se estaban realizando de manera normal y no había suspensión de clases.
A pregunta sobre si esta situación es una constante en su municipio, el alcalde recordó que su director ya había sido atacado y “traía unas amenazas, pero eran personales”, que nunca le comentó “con quién ni por qué”, pero aseguró que no tenían relación con la delincuencia organizada, ni con su cargo y andaría con cuidado.
“Aquí Cuajinicuilapa estaba tranquilo”, afirmó y agregó que hasta antes de este lunes sólo había problemas menores, como “personales, borracheras, de ese tipo, algo normal”.
Dijo que tras el ataque, elementos del Ejército llegaron a resguardar el municipio y ya había informado al encargado regional de la Fiscalía General del Estado, pero llevaba una hora llamando a Martínez Garnelo para informarle el caso y pedirle el apoyo del gobierno estatal, porque solamente tiene 54 policías, pero su teléfono le indicaba “que anda fuera del área de servicio”.
En un comunicado posterior, el alcalde condenó el asesinato de sus empleados, y exigió que se dé con el paradero de los responsables, que el gobernador Rogelio Ortega le dé la ayuda necesaria para atender la seguridad del municipio.
Posterior a esto, dos hombres que participaron en el ataque fueron encontrados muertos en la comunidad de El Arenal, municipio de Azoyú.
Por separado, en un boletín de prensa, la Fiscalía General del Estado informó que la fiscalía regional de Costa Chica inició una investigación por el homicidio del director de Seguridad y los 2 policías.
Afirmó que los primeros informes señalan que hombres armados, “sin mediar palabra”, accionaron sus armas contra los policías, cerca de las 9:30 de la mañana, en la calle Morelos esquina con 16 de Septiembre.
Detalló que como evidencia balística, en las diligencias se recabaron más de 60 cartuchos percutidos de diversos calibres como 223 (AR-15), 7.62 x 39 mm (AK-47) y 30-30, además de un vehículo Tsuru blanco, sin placas. Se tomaron fotografías y se practicaron criminalísticas forenses.
En forma extraoficial, se supo que los agresores viajaban en un automóvil Tsuru blanco y se emparejaron a la patrulla pick up azul con blanco, en la cual se transportaba Honorio Rodríguez, junto con varios policías, quienes fueron sorprendidos con ráfagas de armas de alto poder, quedando muertos en el lugar tanto el director como dos de sus escoltas.
De acuerdo con la versión de los vecinos del lugar, la refriega duró poco más de 10 minutos, sobre la avenida principal de Cuajinicuilapa, cerca de la primaria Silvino Añorve Dávila, que luego llegaron efectivos del Ejército y las policías estatal y municipal, quienes implementaron un fuerte dispositivo de búsqueda, pero no lograron detener a los agresores.
Hallan muertos a 2 gatilleros que participaron en el ataque
Luego de la muerte del director de Seguridad Pública de Cuajinicuilapa, Honorio Rodríguez, y dos policías, trascendió que el 28 de octubre, un día después del ataque, aparecieron muertos en la comunidad de El Arenal, municipio de Azoyú, dos pistoleros que participaron en la balacera donde falleció el funcionario en mención.
Se supo extraoficialmente que aparecieron muertos en la comunidad de El Arenal del municipio de Azoyú, pero los vecinos no quisieron habla más al respecto, pues dijeron que es peligroso.
El director de seguridad, que enterraron en la cabecera municipal, antes había tenido amenazas muerte y, según su propia versión, dos atentados de muerte de los que se libró por su agilidad como agente; pero ahora los asesinos cumplieron su cometido.
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